miércoles, 24 de diciembre de 2008

Señor: sólo quisiera saber una cosa.
¿Lo saben todo o lo ignoran todavía?
Tal vez ya lo saben y no dan a entender nada porque estoy enferma.
Tal vez un día me sorprendan con la noticia de que lo saben todo desde hace tiempo y que sólo callaban porque...
Pero ¿qué iba a hacer?
Lo olvidé.
Parece hecho a propósito.
Lo olvidé por completo.
Sin embargo estaba pensando en eso hace a penas un minuto.

Pero, ¿qué me pasa?
¿Estoy delirando todavía o todo esto es realidad?
Yo creo que es realidad.
Ahora me acuerdo de una cosa:
¡Huir, hay que huir y cuanto antes!
¿Pero adónde?
Además, ¿dónde está mi ropa?
No tengo botas tampoco.
Ya sé, me las sacaron, las escondieron.
Pero ahí está mi abrigo.
Sin duda se libró de las investigaciones.
Y el dinero está sobre la mesa afortunadamente.
¡Y el pagaré!
Voy a agarrar el dinero y me voy a alquilar una habitación donde no puedan encontrarme.
Sí, pero ¿y la oficina de empadronamiento?
Rasumikhine daría conmigo.

Es mejor irse lejos.
Fuera del país.
A América.
Desde allí me reiré de ellos.
Agarraré el pagaré, en América me será útil.
¿Qué más me puedo llevar?

Creen que estoy enferma y que no me puedo ir.
Leí en sus ojos que lo saben todo desde hace tiempo.

Lo que me inquieta es tener que bajar esa escalera.
Porque puede estar vigilada la salida y entonces los agentes me encontrarían.

Pero ¿qué es eso?
¡Caramba, té!
¡Y cerveza!
¡Media botella de cerveza fresca!

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